domingo, 29 de octubre de 2017

Fomentar hábitos de trabajo



Muchas veces, los niños tienen interés por aprender y mejorar, pero es una mala oragnaización o palnificación la que les impide alcanzar los conocimientos. Para ello, hoy os mostraremos unas pautas que os pueden venir bien a la hora de establecer con nuestros hijos y/o alumnos, hábitos de estudio y trabajo personales que les ayuden a mejorar su rendimiento. Por otro lado, la mejora de sus hábitos de estudio, puede ayudarles desiminur su frustracción ante las tareas escolares.

Hoy en día, podemos encontrar muchas pautas y/o consejos, por lo que también vosotros, tenéis que sopesar y valorar cuales de ellas os pueden ser más útiles con vuestros hijos o alumnos. No podemos pensar que todas las personas aprendemos igual, no. Cada estudiante, debe encontrar que técnicas o estrategias le son más eficaces. Pero para llegar a manejar unas técnicas de manera eficaz, es bueno adquirir unos hábitos que ayuden al estudiante en su labor diaria. 

Algunas de estas pautas son: 

- Conocer bien al niño o alumno. Si conocemos las habilidades y destrezas de cada uno en particular, podremos ayudarle a establecer un buen plan de estudio o trabajo. 

- Establecer un método de estudio sencillo y que el alumno vea que puede ser eficaz. No imponerne ningún método, pues todo lo impuesto, puede provocar rechazo. 

- Establecer el método de estudio mediante pasos o estadíos. Es decir, que el niño, conozca los pasos que tiene que ir dando para desarrollar la actividad. 

Por ejemplo, antes de estudiar (esto es un ejemplo):
                - Dividir y tener claro el tiempo del que dispone para la tarea. 
                - Leer por primera ver el texto. 
                - Leer por segunda vez y a la par subrayar lo más importante. 
                - Escribir lo subrayado en un esquema.
                - Repasar las ideas sacadas en el esquema. 

- Elaborar un horario, de tal manera que el alumno sepa qué tiempo tiene de estudio y qué tiempro tiene de ocio. De esa manera, no trabajará con la incertidumbre de cuándo me dejarán o no jugar. El horario establecido debe ser cumplido todos los días. 

- Secuenciar las tareas o temario a estudiar. De manera que se vaya realizando poco a poco y no tender al atracón de última hora. 

- El tiempo dedicado al estudio debe ser el mismo todos los días, y debe ser proporcional a la edad del niño. De manera que según se van haciendo mayores, aumente el tiempo de trabajo personal. 

- Empezar siempre por las tareas que le resultan más difíciles al alumno. De esta manera, realizará sin mayor esfuerzo aquellas que quedan para el final cuando éste está más cansado. 

- Mantener un lugar de trabajo para el alumno que sea siempre el mismo y que él mismo identifique como su lugar de estudio y trabajo. 

- Disminuir las posibles distracciones que pueda tener en el lugar de estudio. 

- Mostrar alegría y satisfacción por el trabajo realizado por el niño día a día, aunque no se adquieran los resultados deseado. 

- Establecer metas alcanzables con nuestros hijos. No exijamos notas concretas.  

- Apoyarles en aquello que nos propongan, pues ellos mismos son los que tiene que conocerse y establecer su propio sistema de trabajo.

jueves, 26 de octubre de 2017

Trabajando las vocales






En el enlace siguiente, podéis descargar unas fichas creadas por http://www.aulapt.org, a través de las cuales podemos trabajar las vocales con los alumnos de 1º de primaria. 

Lee la palabra y completa con las vocales que faltan. 

El artículo completo:

http://www.aulapt.org/2017/10/26/fuga-vocales-vocabulario-variado

Descargar aquí: 

jueves, 19 de octubre de 2017

Acentuación de Palabras de manera fácil.

Os dejamos aquí, este resumen gráfico de cómo poner tilde a las palabras. Gracias a esta tabla, podréis diferenciar de manera fráfica cuándo una palabra lleva o no tilde. 



lunes, 16 de octubre de 2017

Mamá de una Hija con Déficit de Atención




No dejes que un diagnóstico, el que sea, determine el futuro de tu hijo. Cree en él, en sus fortalezas, confía en que podrá, cuán lejos podrá llegar nadie puede saberlo, pero siempre estate allí, lista para verle triunfar.




Así es, soy mamá de una princesa despelucada con déficit de atención que ha sido el mejor regalo que me ha dado la vida. Es la que me pone la casa y la cabeza al revés en dos segundos para luego mostrarme los ojos con la mirada más brillante que he visto jamás, porque ella es intensa hasta en el brillo de sus ojos.
Mi princesa singular, la de los gustos exóticos como los caballos, Egipto, la gimansia, los helicópteros y las princesas… ella es diferente, sí lo es, es única.


Mi pequeña, como todos los bebés que desarrollarán esta condición, dio señales claras desde que nació: era una bebé “irritable”, es decir, lloraba con frecuencia y le costaba calmarse, le costaba mantenerse dormida, necesitó protector en la cuna hasta que pasó a la cama porque se movía mucho al dormir, sus ojitos inquietos no dejaban de inspeccionar todo cuanto ocurría a su alrededor desde el día que nació, desde ese mismo instante.
También le costaba entretenerse con los juguetes, necesitaba que me sentara a su lado para ayudarla a mantenerse interesada por un poco más de tiempo. Así fuimos creciendo, ella, su papá y yo.


En ella, el déficit de atención se manifiesta de manera primordial a través de su impulsividad, es impaciente y apurada, algunas veces hasta descuidada. Sin embargo, esta impulsividad la hace ser la persona más cariñosa que haya conocido, no lo duda para regalar los abrazos más espontáneos y sinceros, reparte besos con alegría, dice cumplidos hermosos, tal y como se le vienen a la mente. Es espontánea, afectuosa y alegre. Descubre en todo algo gracioso que la hace reír a carcajadas, incluso cuando estamos en lugares donde no se oye ni el ruido de una mosca.
Claro, esta impulsividad también la hace ser imprudente en ocasiones (bueno, casi siempre) así como dice las cosas hermosas que le pasan por la mente, también dice otras que no resultan corteses, pero estamos trabajando para que aprenda a controlar eso, ella lo logrará con un poco de paciencia y de madurez.


Si alguien es perseverante es ella, los especialistas a veces catalogan esta característica propia del déficit de atención como negativa, sin embargo para ella ha sido el secreto de su éxito.
No hay dificultad que la detenga, tiene un lema de vida que es algo así como “si es difícil lo intento más veces”, es perseverante, insistente y determinada. Yo la he visto superar contratiempos con una firmeza admirable. Estoy tan orgullosa de ella, así como es.
¡Esta insistencia en ocasiones me saca de quicio, lo confieso! Puede hacer la misma pregunta un sinfín de veces solo con la finalidad de que por obstinación le diga que sí. En ocasiones se enfrasca en situaciones que no pueden ser resueltas, le cuesta pasar a otro tema, sin embargo, estoy segura de que esto es difícil de manejar para ella, pero no me cabe duda que lo logrará, y nosotros la acompañaremos hasta que lo logre con la misma perseverancia que hemos aprendido de ella.


Todavía le cuesta un poco controlar la intensidad de sus emociones; cuando está feliz quiere regalarte el cielo, cuando está molesta se convierte en tu peor enemigo en segundos y cuando está triste llora con las lágrimas más grandes y sinceras que he visto en mi vida.
Y es justamente aquí donde ha estado nuestro mayor reto como padres, cómo educarla emocionalmente respetándole sus características esenciales. No queremos que deje de ser afectuosa, espontánea y divertida, pero si dominara un poco más sus molestias seguro que le iría mejor en la vida.
Pues aquí vamos creciendo con ella de la mano de algunas terapias que nos han ayudado a moldear este gran tesoro que tenemos en nuestras vidas, creciendo junto a ella como padres, a veces corriendo detrás de ella, otras a su lado.

Si fuera diferente no sería tan especial. En ella, su déficit de atención junto a su fortaleza social han sido su sello personal. Es única jugando a las princesas encantadoramente despelucada, con la corona torcida, pero con tan buena actitud y la mirada más brillante que haya visto, que es la más bella entre las bellas.
Es imprudente, sí claro, pero es tan espontánea y divertida que esos pequeños deslices quedan en el olvido rápidamente.
Es desordenada, sí claro, ¡vaya que lo es!, pero cuando “ordena” pone tanto entusiasmo en lo que hace que hasta cuando cambia de lugar las cosas, conservando el desorden, se ve genial el cuarto.
Es ocurrente, así como su cuerpo y su lengua trabajan rápido, su mente también. Piensa rápido, siempre tiene una explicación para todo y una respuesta, esto la hará ser exitosa, no me queda duda.
Y si fuera diferente no sería mi princesa despelucada, habladora y ocurrente, la que llena mis días de ternura desbordada y situaciones graciosas. ¡La amo así como es, no la cambio por nada!






viernes, 13 de octubre de 2017

Paciencia con Nuestro Hijos


Os dejamos hoy, un decálogo que nos puede ayudar a mejorar la paciencia con nuestros hijos.

Somos adultos y como tal, tenemos que demostrar mayor grado de tranquilidad y calma, sobre todo cuando nuestros peques hagan algo que no nos parezca adecuado. 

Con nuestro gesto, influiremos en que los mismos niños vayan adquiriendo una mayor serenidad. 




Vivan los juegos tradicionales

Que son los juegos tradicionales Juegos tradicionales : Día tras día nos quejamos que nuestros hijos solo saben jugar con máquinas, que...