Marga SantamaríaSe acabaron las salidas al parque, excursiones al campo, cine, centros comerciales, quedadas con amigos y amigas… Lo que a priori puede sonar fascinante, cuando decretan el 'quédate en casa', puede llegar a convertirse en una verdadera locura y generar muchos momentos de estrés, de pérdida de los nervios y de gran dificultad para encontrar la calma.
Aprender a gestionar las emociones de niños y padres
1. Date cuenta de tus emociones y observa. No te juzgues.
2. Entiende que tus hijos e hijas también estén, en ocasiones, como una montaña rusa de emociones.
3. Es momento de respirar. Lo de que hay que parar, ya lo sabemos, cada vez en más países se está imponiendo el confinamiento en los hogares y respirar profundamente para buscar la calma es tarea primordial.
4. Relaja tus exigencias y la de los tuyos, ahora es momento de dosificar las energías, los recursos y las tareas.
5. Recuerda que el miedo nos puede limitar. Comparte con otros adultos qué te da miedo en estos momentos, date cuenta de si te está limitando y mira a ver qué está en tú manos o a qué recursos puedes acceder.
6. La tristeza por no ver a los nuestros, por tener limitada la circulación y en definitiva, nuestra libertad, no solo nos produce pena sino que también nos genera enfado y rabia. Y ese enfado nos puede frustrar. Llegado este punto, vuelve a respirar y trata de pensar en aquello que sí está en tu mano.
7. ¿Hay cabida para alegrías en estos momentos? Claro que sí. Hay cantidad y cantidad de personas que están más volcadas que nunca en los demás, no paran de compartir recursos, materiales y ayudas para llevar mejor el confinamiento. Busca los que a ti te vengan bien.
Nos enfrentamos a una carrera de fondo y cada día debemos entrenar, permitiéndonos, que también es lícito, rompernos en algún momento. Protejámonos para proteger a los demás.
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